Rosa Brugat  «XX + X»

Sus estudios de arquitectura de interiores, artes visuales y guion de cine hacen de Rosa Brugat una artista que se siente cómoda trabajando en fotografía, instalaciones, videoarte y últimamente en acciones performáticas. Tiene una particular visión antropológica de lo humano. Encontramos ironía y crítica social (algunas de género) siendo el artista quien sugiere cambiar la sociedad. Sus obras pueden llegar a ser punzantes al mismo tiempo poéticas. Hace partícipe al espectador como si estuviera sincronizando un juego con él, obligándole a posicionarse ante lo que acontece.
 
Rosa Brugat en la acción  «XX + X»  nos dice "como las mujeres en el arte hemos luchado por nuestra visibilidad desde el tiempo de las cavernas. Donde posiblemente las primeras manos que se encontraron pintadas en la Cueva de las Manos (Argentina) eran de una mujer. Desde estas primeras artistas hasta llegar a la actualidad las mujeres han llevado a cabo una lucha constante por su reconocimiento social e intelectual. Somos la suma de las energías de nuestras antepasadas creadoras  moviéndose en el tiempo y nutriendo nuestras almas. Un pasado apenas documentado, un presente de lucha y un futuro imprevisible. Esta performance por la Vall de Santa Creu, bajo la mirada, que es mentula paternalista, del Monasterio de Sant Pere de Rodes, será un viacrucis, por las calles empinadas y empedradas, de reconocimiento a todas las creadoras. Pensando en el sufrimiento de nuestras antepasadas que no les estaba permitido ni siquiera acceder a la cultura".
 
En esta acción, Rosa Brugat reivindicó las mujeres artistas y evocó el proceso de redescubrimiento, de recuperación. Mediante un recorrido iniciado en lo alto del pueblo, alzaba las manos teñidas de rojo para situar con el inicio del camino el nacimiento del arte, fue desenterrando de los muros del pueblo una serie de manzanas con nombres escritos en su piel; todos, nombres de mujeres artistas de diferentes épocas que la artista quería salvar del olvido.
 
Esta primera parte de la acción, más performativa y con un uso punzante del simbolismo de origen mitológico, desembocó en una conclusión más festiva y catártica; llegado el cortejo en la plaza de la fuente, Rosa Brugat trepó a un árbol y propuso que todas las mujeres presentes recogieran al vuelo una manzana con el nombre de una artista (entre ellas, Judith Chicago o Ana Mendieta) en el momento que ella las lanzara. Muchas cayeron al suelo, pero algunas fueron salvadas al vuelo por algunas asistentes, que tenían la opción de comerse la manzana, guardarla o enterrarla ceremoniosamente. La celebración con aplausos de cada manzana - artista se convertía en una reivindicación de estas artistas representantes de la mujer artista en el mundo del arte.
 

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Créditos:
Fecha y lugar: 21 de agosto 2021 por las calles de la Vall de Santa Creu
Fotografía:  ARBAR /Ramon Guimaraes/ Rosa Brugat
Texto: Rosa Brugat / ARBAR