2025- HACER VOLAR ESTORNINOS: COREOGRAFÍAS INVOLUNTARIAS

Comisariado de Alba Sanmartí

Dicen que los bandos de estorninos se desplazan a partir de una especie de onda de repeticiones. Un estornino se mueve contagiado por los movimientos que realizan los siete estorninos que tiene más cerca; ninguno de estos pájaros dirige la danza. Su precisión es fruto de su atención, copia y adaptación al movimiento de los demás.

Este ciclo propone tres acciones que exploran diferentes formas de acercarse a la imposibilidad de hacer exactamente lo mismo. El punto de partida es la repetición, un concepto que Samuel Beckett trabajó de forma obsesiva y muy particular. Sus minuciosas acotaciones muestran una intención musical y coreográfica en el uso de la repetición. El universo beckettiano invita a ver danza donde aparentemente no la hay. El hecho coreográfico se presenta en la mirada del espectador por el hechizo de la repetición. Desde esta perspectiva: ver personas haciendo cola, alguien que pela una naranja en forma de espiral, un objeto que flota sobre el agua del mar o el sacudimiento de un contenedor de reciclaje al vaciarse, puede ser un hecho coreográfico si se observa coreográficamente. Pero, ¿quien observa es consciente de que quizá se contagia de la danza que ve?

La propuesta ha tomado la forma de una acción en tres actos, donde los tres participantes presentan sus trabajos de forma interconectada.

Acto I: Anna Fontaner – Escuchar la hierba crecer.
Acto II: Josep Maynou – Rutina Inusual II.
Acto III: Jordi Mitjà – De cómo comer con los dedos y lamerse los ojos.

La acción Escuchar la hierba crecer es una muestra clara de por qué el trabajo de Anna Fontanet representa una aportación singular a la danza contemporánea. En este proyecto, la coreógrafa explora cómo los sentidos —el tacto, el olfato y el oído— pueden transformarse en materia escénica y, al mismo tiempo, generar un espacio íntimo de percepción compartida. La hierba, con su fragilidad y persistencia, se convierte en una metáfora de la propia creación artística: lenta, sutil, pero capaz de transformar todo un paisaje.

Un primer elemento evidente en esta pieza es la fusión entre cuerpo y sonido. En Escuchar la hierba crecer, el sonido y el movimiento no son elementos separados, sino procesos entrelazados que construyen una experiencia sonora en directo. El espectador no solo ve el cuerpo que se mueve, sino que también “escucha” el movimiento, enfatizado por los sonidos que generan materiales como el papel o el plástico. En esta interrelación, cada gesto, material y entorno da lugar a un sonido irrepetible. Esta apuesta reafirma la idea de que la danza no necesita apoyo musical externo, ya que es capaz de generar su propia sonoridad vital y, al mismo tiempo, construir un lenguaje performativo cercano y personal.

Esta concepción del cuerpo como generador de sonoridad vital conecta de manera natural con el proyecto Hacer volar estorninos. Coreografías improvisadas. Si en la primera acción la hierba simboliza el crecimiento lento y constante, en la segunda el estornino remite al movimiento colectivo e imprevisible, propio de un bando. En ambos casos, Fontanet trabaja desde la improvisación como motor creativo: la hierba crece sin pauta fija y el estornino vuela siguiendo patrones cambiantes y espontáneos. La artista traslada esta lógica a la escena, donde cada gesto y cada decisión abren caminos inesperados.

Así, tanto Escuchar la hierba crecer como Hacer volar estorninos ejemplifican una misma visión de la danza: entenderla como un proceso abierto, orgánico y vivo. El cuerpo y el sonido germinan juntos, de la misma manera que la hierba se despliega silenciosamente o que los estorninos dibujan figuras siempre nuevas en el cielo. En este sentido, la creación de Fontanet es una invitación a escuchar y observar los ritmos de la naturaleza para trasladarlos al espacio escénico.

Josep Maynou, en la acción Rutina Inusual (II), que constituye el segundo acto de la propuesta de Alba Sanmartí Hacer volar estorninos, coreografías improvisadas, propone un recorrido por los diferentes espacios de la Vall de Santa Creu y del centro ARBAR.

La pieza se inicia en el bebedero de la fuente del pueblo, justo en el momento en que termina la intervención de Anna Fontanet, y se despliega como un ritual fragmentado de preparación de algo que aún no se sabe qué es. En esta pieza, el artista se mueve como los estorninos en vuelo, implicando al público en un recorrido que desafía las convenciones del arte y transforma el espacio cotidiano en un escenario de sorpresa y reflexión. Siguiendo su metodología nómada, dispone las partes del vestuario creado por Natalia de Assis escultóricamente a lo largo del camino como pequeñas indicaciones de un ritual que se despliega ante los espectadores. La acción comienza dentro del bebedero de la fuente, donde Maynou se rocía con agua de una comedero; después, empieza a vestirse de manera fragmentada: en el árbol encuentra la bata, en la planta de la subida a la plaza los calzoncillos, en los retrovisores de un coche de la plaza los calcetines, en la ventana del almacén los pantalones, en la ventana de la fachada el repelente de insectos y, en la entrada del patio, el peine. Pasa por el patio y la cocina hasta la Sala del Vino, donde se pone la camisa que cuelga de la lámpara y, cerca, se calza las botas camperas y, finalmente, en la Sala del Trullo, completa el traje con el frac, que adorna con unas cucharas dobladas.

Una vez vestido de gala, Maynou interpreta su versión de “Hoy puede ser un gran día” de Joan Manuel Serrat, vuelve a la cocina para recoger las gafas dentro del refrigerador y sale al patio, donde conecta con la acción en proceso de Jordi Mitjà De cómo comer con los dedos y lamerse los ojos.

Los objetos encontrados en su recorrido se transforman en elementos centrales de la acción, creando una relación directa y poética entre el objeto, el espacio y el espectador. Así, lo cotidiano se transforma en una experiencia inmersiva que invita a la reflexión y a la interacción, destacando la capacidad de Maynou de fusionar el arte con la vida cotidiana y generar experiencias sensoriales e intelectuales para el público.

La propuesta de Jordi Mitjà, De cómo comer con los dedos y lamerse los ojos, relaciona la comida con el arte a través de la performatividad y la vivencia sensorial. El artista invita a los participantes a comer con las manos, un gesto poco habitual en la cultura occidental que despierta sensaciones extrañas, vergonzosas y curiosas, transformando la acción cotidiana de comer en un ritual. Rompiendo convenciones con utensilios no tradicionales y con sorpresas en la elaboración del menú, hace que la comida deje de ser solo alimento y se convierta en gesto, experiencia y convivencia compartida, invitando a los participantes a conectar con los demás y con el alimento de manera instintiva y ritual. En este proceso, difumina la línea entre cocinar y degustar, haciendo converger la elaboración y la degustación en una coreografía común, donde los movimientos y gestos pasan a formar parte de la experiencia.

La acción compartida de Mitjà cierra el ciclo en tres actos propuesto por Alba Sanmartí, Hacer volar estorninos, coreografías involuntarias —iniciado por Anna Fontanet y continuado por Josep Maynou—, que plantea coreografías espontáneas e involuntarias con un ritmo colectivo imprevisible. Con De cómo comer con los dedos y lamerse los ojos, los gestos de los participantes se convierten en movimientos compartidos que cohesionan la experiencia, cerrando el ciclo con un acto colectivo, sensorial y coreográfico que transforma la dinámica de cocinar y comer en un ritual libre, coral y participativo.


Créditos
Fecha: 26 de julio de 2025
Hora: 19 horas
Lugar de encuentro: Centro ARBAR
Fotografía: Jordi Mitjà
Texto: Alba Sanmartí


Con el apoyo de la Generalidad de Cataluña, Departamento de Cultura, Diputación de Girona, Ayuntamiento de El Port de la Selva, el Bòlit Centro de Arte Contemporáneo de Girona, el Instituto de Estudios Ampurdaneses y la colaboración de la Asociación de vecinos Sant Marçal, la Vall de Santa Creu, el Celler Mas Llunes y Vinyes dels Aspres.